Francisco Ruiz Boada fue nombrado director general de Protección Civil el pasado mes de junio, tras una larga trayectoria en la Dirección General de Protección Civil.
Doctor Ingeniero Químico por la universidad de Murcia y licenciado en Ciencias Biológica, con la especialidad de Bioquímica. En 1991, se unió por primera vez a la Dirección General de Protección Civil como consejero técnico en Riesgos Tecnológicos y, en 1994, fue ejerció de subdirector general adjunto de Planes y Operaciones durante diez años.
En 2015 volvió a la Dirección General de Protección Civil y Emergencias como director de Operaciones y Emergencias, para tres años más tarde ser nombrado subdirector general de Prevención, Planificación y Emergencias, puesto que ha ostentado hasta su reciente nombramiento.
Como director general de Protección Civil y Emergencias ha mostrado su apoyo a la segunda edición del Congreso Nacional de Protección Civil y Emergencias.
¿Cómo ve este congreso como punto de encuentro? ¿Qué importancia tienen la celebración de este tipo de encuentros para el sector?
Espero que este congreso brinde la oportunidad de reunir a personas con diferentes perspectivas para discutir temas relevantes y compartir conocimientos en el ámbito de las emergencias.
Recientemente, en el mes de julio, la Dirección General de Protección Civil y Emergencias con motivo de la Presidencia Española de la Unión Europea ha organizado en Aranjuez un Taller de la Unión Europea, bajo el lema ‘Fortalecer la gobernanza para la gestión del riesgo de desastres en Europa’. En él, más de 70 expertos en Protección Civil de la Unión Europea, y otros países pertenecientes al Mecanismo Europeo de Protección Civil, han analizado los diferentes sistemas de reducción de riesgos de desastres de los Estados miembros con el objetivo de identificar posibilidades de mejora para conformar sociedades más resilientes.
Debo recalcar que este evento ha sido un gran éxito. Ha contribuido, no solo a fortalecer la capacidad de respuesta y prevención de emergencias en los países europeos miembros de la UE, sino que también a definir el marco estructural de la gestión de riesgos de desastre y su planificación, así como la evaluación y medición de los avances en la gestión de riesgos. Se han generado debates enriquecedores, identificado desafíos comunes a todos los países gracias a un dialogo constructivo y al intercambio de experiencias.
Además de contar con la experiencia del director de la Unidad de Gestión del Riesgo de Desastres del Mecanismo Europeo de Protección Civil de la UE, la secretaria de Estado de Protección Civil del Ministerio del Interior de Portugal no quiso perderse la cita y también asistió y participó. En su intervención explicó la problemática específica de Portugal y cómo ha evolucionado el enfoque de la estrategia de este país respecto a la protección civil de la ‘respuesta’ a la ‘prevención’.
Deseo que el II Congreso Nacional de Emergencias sea igualmente una experiencia de éxito y una plataforma para el intercambio de conocimientos y la creación de redes de colaboración como ha sido el Taller de la Unión Europea que hemos organizado.
¿Cuál es su opinión sobre la Protección Civil y Emergencias en España?
La Protección Civil y las Emergencias son áreas fundamentales en el ámbito de la seguridad pública para garantizar y salvaguardar la seguridad y el bienestar de la población frente a situaciones de riesgo y desastres. El Sistema Nacional de Protección Civil está diseñado para prevenir, preparar, responder y recuperarse de emergencias y desastres. Se han establecido estructuras y mecanismos adecuados en cada caso para la gestión de emergencias.
El Sistema Nacional de Protección Civil de España cuenta con diferentes organismos, instituciones y cuerpos de seguridad involucrados en la gestión de emergencias liderados por la Dirección General de Protección Civil y Emergencias. Engloba los servicios de emergencias de las comunidades autónomas y entidades locales, las diferentes agrupaciones de voluntarios de Protección Civil presentes en todo el país, además de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, Fuerzas Armadas (UME), servicios sanitarios, servicios de extinción de incendios y salvamento, las organizaciones no gubernamentales y la sociedad civil en general. Estos organismos y servicios trabajan en estrecha colaboración para desarrollar planes de prevención, respuesta y recuperación, así como para coordinar los esfuerzos en caso de emergencia. No debemos olvidar que Protección Civil somos todos.
Además, la Dirección General de Protección Civil y Emergencias desarrolla una amplia actividad internacional en los múltiples foros en los que España participa, ya sea en el escenario de la Unión Europea, de Iberoamérica, de Naciones Unidas, o bien a través de acuerdos bilaterales con diversos países. Sus responsables y técnicos asisten a reuniones al más alto nivel, encuentros, seminarios o simulacros por todo el mundo y se integran en equipos de trabajo sobre el terreno cuando son requeridos para colaborar en situaciones de catástrofe o emergencia.
Por otro lado, los desastres en un mundo tan global no conocen fronteras y pueden afectar simultáneamente a uno o varios países. Un enfoque conjunto ayuda aún más a reunir la experiencia y las capacidades, evita la duplicación de esfuerzos y garantiza que la asistencia satisfaga las necesidades de los afectados. En el ámbito exterior, el Sistema Nacional de Protección Civil da cobertura y organiza la contribución del Estado al Mecanismo de Protección Civil de la Unión Europea y las misiones de cooperación internacional en esta materia, cada vez más frecuentes y complejas.
En este sentido y hace ya más de 20 años, la Comisión Europea creó este Mecanismo de Protección Civil de la UE. El Mecanismo tiene por objeto reforzar la cooperación entre los países de la UE y los nueve Estados participantes (Albania, Bosnia y Herzegovina, Islandia, Montenegro, Macedonia del Norte, Noruega, Serbia, Turquía y Ucrania) para mejorar la prevención, la preparación y la respuesta a las catástrofes. Cuando una emergencia supera las capacidades de respuesta de un país en Europa, este puede solicitar su asistencia. Este Mecanismo ayuda a coordinar las actividades de preparación y prevención de desastres de las autoridades nacionales y contribuye al intercambio de mejores prácticas. Esto facilita el desarrollo continuo de estándares comunes más altos que permiten a los equipos comprender mejor los diferentes enfoques y trabajar indistintamente cuando ocurre un desastre. En definitiva, se trabaja para establecer una mayor resiliencia en todo el marco europeo de protección civil.
Tras una solicitud de asistencia a través del Mecanismo, el Centro de Coordinación de la Respuesta a Emergencias (ERCC) moviliza asistencia o experiencia. El ERCC supervisa los eventos y garantiza un rápido despliegue de apoyo de emergencia a través de un enlace directo con las autoridades nacionales de protección civil. Es el ministro del Interior la autoridad encargada de efectuar la oferta de aportación de equipos de intervención en emergencias en el marco del Mecanismo de Protección Civil de la Unión Europea y de acordar la movilización de los recursos del Sistema Nacional de Protección Civil para cooperar en catástrofes en terceros países y coordinar la actuación de los equipos de ayuda. Los equipos especializados se pueden movilizar con poca antelación para despliegues dentro y fuera de Europa. Este año la movilización de recursos españoles a través del Mecanismo se ha producido en tres ocasiones, en Chile, Turquía y Canadá.
¿Cuáles son los principales desafíos de la Protección Civil y Emergencias a corto plazo?
El Gobierno ha aprobado recientemente y por Real Decreto, la Norma Básica de Protección Civil, publicada en el BOE el pasado 21 de junio, que actualiza la definición de las Directrices Básicas de Planificación como instrumento esencial para garantizar que los planes de las diferentes administraciones publicas respondan a un modelo homogéneo y coherente, lo que está orientado directamente a alcanzar la mayor efectividad posibles del Sistema.
La Norma Básica de Protección Civil recoge el catálogo de riesgos que deben ser objeto de la protección civil y que deben ser definidos bien por disposición reglamentaria, bien en la propia norma.
Uno de los principales desafíos de esta norma y de Protección Civil y Emergencias es la necesidad de establecer un catálogo unificado de riesgos junto con la flexibilidad para atender por las diferentes administraciones públicas las situaciones específicas, a cuyo objeto se prevé la elaboración por los órganos competentes de planes sectoriales o específicos y que deberán responder al esquema general de los planes de protección civil.
Esta Norma Básica prevé la elaboración de modelos simplificados para favorecer la planificación en los ámbitos territoriales más reducidos y así incrementar globalmente los niveles de seguridad que demanda la sociedad española.
Por otro lado, la rápida evolución tecnológica presenta tanto oportunidades como desafíos para la Protección Civil. Por un lado, el acceso a información en tiempo real, el uso de sistemas de alerta temprana y el empleo de herramientas digitales pueden mejorar la capacidad de respuesta. Como es el desarrollo de la Red de Alerta Nacional (RAN) en la que está incluido el sistema ES Alert, que informa a través de los móviles a todos los ciudadanos que están potencialmente afectados por una emergencia en una zona geográfica determinada. Por otra parte, también estamos en fase de desarrollo de la Red Nacional de Información, empezándola por el mapa nacional de riesgos que está completado.
En resumen, hemos recorrido un largo camino para tener un más que razonable buen Sistema Nacional de Protección Civil, pero debemos seguir mejorando y afrontar los nuevos retos que se plantean con potenciadores como el cambio climático que influyen y mucho en la génesis de las emergencias.